colonias como Las Lomas y San Ángel, o en las inmediaciones del
Bosque de Chapultepec, en Polanco (Cisneros, 1993:125). Con los
grandes proyectos urbanísticos de la década de 1960 y el estableci–
miento de bancos, centros comerciales y supermercados en los nuevos
barrios, se anunciaba ya la tendencia previsible de la ciudad hacia una
metrópoli de grandes proporciones
(CJ.
Davis , 1994:155 ; Ward,
1991:152). En las vecindades del centro, que se deterioraban poco a
poco, quedaron viviendo las clases bajas. Los comerciantes y políticos
temieron que el Centro Histórico sufriera una pérdida de funciones,
lo cual habría tenido sin dudas consecuencias de carácter económico.
Exigieron entonces la adopción de medidas que facilitaran el acceso a
esa zona, para que el antiguo centro de la ciudad pudiera mantener su
valor comercial y simbólico (Davis, 1994: 151 ).8
Tales características del desarrollo urbano, contradictorias sólo
en apariencia - creciente densidad del tráfico alrededor del Zócalo
y descentralización del Centro Histórico--, responden a las tendencias
evolutivas de otros centros urbanos,
tal
como lo describen sociólogos y
urbanistas en el caso de ciudades europeas y norteamericanas
(Cf
HauBermannj Siebel, 1987; Prigge, 1998; Sassen, 2000).9 Esos pro–
cesos se caracterizan por el éxodo de la clase media hacia nuevos ba–
rrios residenciales y la formación de nuevos centros urbanos en la
periferia, al tiempo que se produce un aumento en el uso del antiguo
Centro Histórico de la ciudad para fines comerciales (
Cf
HauBermannj
Siebel, 1987:22 ff) lO
8
Véase en este sentido los planteamientos de Richard Sennett sobre la planifi–
cación del Metro londinense. Con ese medio de transporte las personas podían
llegar más rápido a la ciudad
y
al mismo tiempo se les facilitaba a las clases traba–
jadoras más pobres el viaje para llegar a sus puestos de trabajo. situados en las
zonas industriales o en los suburbios más ricos (Sennett, ]997:410).
9
Acerca de los procesos de descentralización ocurridos en ciudades norte·
americanas como consecuencia, sobre todo, de una suburbanización de la perife–
ria,
Cf
Prigge, 1998; Ronneberger, 2000.
10
Estos procesos espaciales se manifiestan también en la segregación social
de la población, 10 que se denomina polarización
y
segregación socio-espacial den–
tro de la ciudad
(Cf
Haubold, 1997). Surgen entonces "fronteras internas, que se
reflejan en el espacio urbano, en la polarización de los correspondientes miem–
bros de una clase dentro del propio barrio.. ." (Haubold, 1997:22). En relación con las
143
1...,133,134,135,136,137,138,139,140,141,142 144,145,146,147,148,149,150,151,152,153,...306