Otra estrategia es la emisión de certificados de autorización y
cédulas por el gobierno de la ciudad: aquí, mediante pago, según el
lugar, el tamaño del puesto y las mercancías, los comerciantes ad–
quieren una autorización por un tiempo determinado. Es un siste–
ma que se usa ante todo en épocas navideñas, porque entonces el
centro es un espacio muy duramente disputado por las altas ventas
que representa. Entre 1996 y 1997 a los ambulantes habituales se
añadieron miles que no querían perderse el negocio que abarca de
diciembre a enero." Por esa época se permite a los comerciantes
ofrecer sus mercancías en el Zócalo. En las calles laterales de la pla–
za, como Corregidora y Moneda, en las cuales habitualmente los
puestos se organizan en una fila sencilla, hay por entonces hasta
cuatro filas con ofertas que van desde juguetes para niños y ropas
hasta utensilios de cocina y electrodomésticos. En noviembre de 1996
los representantes desarrollaron el ya mencionado sistema de cédu–
las, por una parte para encauzar la economía, pero por otra parte
con
el
fin de controlar a los comerciantes y de ese modo obtener
ganancias. Fueron vendidas unas 3
mil
autorizaciones individuales
para la venta de mercancías a 2 mil pesos cada una
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Las autoriza–
ciones especiales eran válidas hasta el 7 de enero de 1997; al día
siguiente todos los ambulantes debían desaparecer del centro
(Refor–
ma,
15 de diciembre de 1996). Y después del 7 de enero las calles
aparecían totalmente barridas. Allí donde unos días antes se amon–
tonaban montañas de mercancías y multitudes de personas, y a uno
le aturdía un increíble bastidor de ruidos, ahora no se oía sonido
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José del Río, un comerciante de Tepito, explicaba que desde mediados de
noviembre comienza el gran negocio navideño. Aumenta más aún a partir del 16
de diciembre, cuando se inicia la época de las posadas, )' después continúa sin
pausa, con gran intensidad, hasta la mañana del 6 de enero, día de reyes, fecha
tradicional de regalos para los mexicanos. La Navidad se celebra en México, nor·
malmente, como fiesta familiar con una gran cena, el 24 de diciembre. En la
mañana del día de los Samos Reyes los niños reciben sus regalos (conversación
con José del Río, 20 de diciembre de 1996).
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Hasta el12 de diciembre había ya 12 500 solicitudes de licencias, pero reci·
bieron la autorización sólo 3 mil; los demás tuvieron que buscar otras calles fuera
del centro.
Las
autorizaciones deben tener una foto del dueño del puesto, el nom·
bre de una organización
y
las firmas del jefe de la organización
y
de l diputado.
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