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ese mismo
amor,
cuando se adquiere con el pensamiento, es de-
Lujuria.
cir, con la imaginación de placeres pasados, lo llama­
mos LUJURIA.
Al
amor
por una persona en particular, con cl deseo de ser аша-
Pasión dt amor.
dos particularmente por ella, PASIÓN DE AMOR.
Y cuando tememos que ese amor no sea correspondido, lo llamamos
dios.
CELOS.
Al
deseo
de hacer daño a otro para hacer que éste condene algo
Vengaiaa.
que él mismo ha hecho, lo llamamos VENGANZA.
Curiosidad.
Al
deseo
de saber por qué y cómo, CURIOSIDAD,
Esta pasión no existe en ninguna criatura viviente, excepto en el hom–
bre. De modo que el ser humano se disimgue de los otros
animales,
no sólo porque posee razón, sino umbién por esta pasión singular.
En los animales predomina el apetito por el alimento y por otros pla–
ceres del sentido, lo cual eUmina en ellos cl deseo de conocer las cau–
sas. Es éste un deseo de la mente que, debido al constante placer que
se deriva de la continua e infatigable generación de conocimientos,
excede ta poco duradera vehemencia de todo placer carnal.
Al
miedo
de un poder invisible, fingido por la mente o ímagina-
Religión.
do a partir de historias que han sido aceptadas por el
Supentición.
público, lo llamamos RELIGION; si no han sido
Verdadera
aceptadas, SUPERSTICIÓN. Y cuando el poder ima-
religián.
ginado es verdaderamente tal y como lo imaginamos,
VERDADERA RELIGION.
Al
miedo,
sin que sepamos su por qué ni de qué, lo llamamos TE-
Terror pánico.
RROR PÁNICO, nombre derivado de las fábulas que
se atribuyen a Pan, aunque en realidad siempre hay, en quien teme
primero, una cierta aprenensión de la causa; y los demás se conta–
gian por imitación, creyendo cada uno que el otro sabe por qué. Por
tanto, esta pasión sólo afecta a las personas cuando forman parte de
una masa o multitud de gente.
A la
alegría
que se deriva de una aprehensión de lo nuevo, la 11a-
Admiracián.
mamos ADMIRACIÓN, pasión que es propia del
hombre, porque exciu su apetito de conocer la causa.
La
alegría
que surge cuando un hombre piensa en su propio po–
der y destreza, es esa exultación de la mente a la que llamamos GLO-
Gloria.
RIFICACION. Si está fundada en la propia experien–
cia de acciones anteriores, es igual que la
confianza
en uno mismo.
Pero si se basa en la adulación recibida de otros, o solamente se su–
pone para complacerse en las consecuencias que de ella se derivan.
Vanagloria.
se llama VANAGLORIA, nombre muy acertado.
Porque una
confiama
bien fundamenuda genera nuevos empeños,
mientras que la mera suposición de que se tiene poder de hacer algo
no genera nada
y
es, por tanto, justamente llamada
vana.
j.
La
tristeza
que proviene de albergar la opinión de que se carece
¿t hiena o
poder, se llama DEPRESIÓN mental.
Depresión.
^ La
vanagloria
que consiste en fingir o suponer en nosotros mis-
BBOS
facuhades que sabemos que no existen, es muy común en los jó-
'fcnesy se ve alimentada por historias y cuentos de personajes caba–
llerescos, A menudo se corrige con la edad y el trabajo.
La
gloria repentina
es la pasión que produce esos
Gloria repentina.
gestos llamados RISA, y es causada por un acto pro-
Risa.
f
ño
que agrada a quienes lo hacen, o por la percepción de alguna de~
onnldad en los demás que, por comparación, hace que los que se
; ríen experimenten una repentina autocomplacencia. Esta pasión es
muy común en quienes son conscientes de poseer muy pocas facul–
tades,
y
se ven forzados a mantener su propia autoestima fijándose
en las imperfecciones de otros hombres. Por lo tanto, reírse mucho
de los defectos de ios demás es señal de pusilanimidad. Pues es ca-
racteristico de las mentes insignes ayudar a otros a librarse del ridícu–
lo y compararse a sí mismas sólo con las mejor dotadas.
Por e contrario, la
depresión repentina
es la pa-
Depresión
sión que causa el LLANTO y es causada por esos ac-
repentina.
cidentes que eliminan de pronto una esperanza vehe-
Llanto.
mente o que ponen freno a nuestro poder. Quienes son más suscep–
tibles de esta pasión son los que dependen principalmente de ayudas
extemas, como les sucede a as mujeres y a los niños. Así, algunos
lloran por la pérdida de amigos; otros, por el desafecto que reciben
de éstos; otros, porque sus pensamientos de venganza son interrum–
pidos por una inesperada reconcihación. Pero en todos los casos, la
risa y el llanto son movimientos repentinos; la costumbre acaba por
anularlos. Porque ningún hombre se ríe de chistes que son ya viejos,
o llora por una antigua calamidad.
La
tristeza
que surge ante el descubrimiento de algún defecto en
la propia capacidad es la VERGÜENZA, pasión que
Vergüenza.
se manifiesta en el RUBOR, Consiste en la aprehen-
Rubor.
sión de alguna cosa deshonrosa en uno mismo. En los jóvenes es se–
ñal de un amor por la buena reputación, lo cual es encomiable. En
los viejos es señal de lo mismo; pero como les ha llegado demasiado
tarde, no es encomiable.
El
desdén
por la buena reputación se Uama DES-
Desverpienza.
VERGÜENZA.
La
tristeza
por las calaimdadcs de otros es la LAS-
Láitima.
TIMA, y surge al imaginar que calamidades parecidas pueden caer so–
bre uno mismo. Por eso se llama también COMPASIÓN o, con fra–
se de nuestros tiempos, COMPAÑÍA EN EL SENTIMIENTO.
Cuanto mejores son los hombres, menos lástima tienen por calami–
dades que son resultado de una gran maldad,
y
quienes se conside-
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