mero de Ь obra de Suárez"
Sobre el concurso, movimiento y ayuda
de Dios.
Cuando hay hombres que escriben volúmenes enteros con
esa bazofia, ¿es que no están locos
y
tratan de que otros también Ь
estén? Y en particular, en la cuestión de la transustanciación, quienes
dicen que, después de pronunciadas ciertas palabras, la blancurd, Ь
redondez, la
magniíMii,
la
cuúidad,
la
corruptibilít^'if^,
todo lo que es
incorpóreo, etcétera, pasan de una oblea de pan al сиефо de nuestro
bendito Salvador, ¿no están haciendo de todas esas
uras, eces, ludes
y dades
oíros tantos espíritus que toman posesión del сиефо de Cris
to? Porque por espíritus entienden siempre cosas que, aun siendo in-
coфóreas, pueden moverse de un sitio a otro. De manera que todo
este tipo de absurdos puede con derecho calificarse como una más en–
tre las muchas clases de locura. Mas quienes hablan así, siempre que
se guian por pensamientos claros que se refieren a sus deseos mun–
danales, se abstienen de disputar o escribir con este oscuro lenguaje,
y tienen momentos de lucidez.
Y lo dicho es suficiente en lo que respecta a las virtudes y defec–
tos intelectuales.
" Francisco
Suixtí
(1548-1617), el ñlósofo granadino, miembro de la Compañía
de jesüs. considerado como -el último escolástico».
Poder.
Tomado universalmente, el PODER
de un hom–
bre
lo constituyen los medios que tiene a la mano para obtener un
bien futuro que se le presenta como bueno. Puede ser
original
o
instrumental.
El poder original es un grado eminente de facultades софога1е5
o mentales, como la fuerza extraordinaria, la apariciencia, ta pruden
cia, la habilidad, la elocuencia, la liberalidad, la nobleza. Instrumen
tales son aquellos poderes que, adquiridos mediante éstos, o por for
tuna, son medios e instrumentos para adquirir otros más: riquezas,
reputación, amigos, y ese secreto designio de Dios que los hombres
llaman buena suerte. Porque, en este punto, la naturaleza del poder
es como la fama: que va aumentando conforme sigue su proceso; o
como los сиефоз pesados, que cuanto más larga es su caída, más ace
leran su movimiento.
El más grande de los poderes humanos es el que está compuesto
de los poderes de la mayoría, unidos, por consentimiento, en una
sola persona natural o civil que puede usarlos todos según su propia
voluntad —como es el caso en e poder de una república—, o depen
diendo de las voluntades de cada hombre en particular —como es cl
caso en el poder de una facción o de varias facciones aliadas. Por tan
to, tener siervos es poder; tener amigos es poder: son fuerzas unidas.
D E L P O D E R , L A VALÍA, L A D I GN I DAD , E L
HONOR Y LA APTITUD