Zócalo, si bien se señala también que no se ha podido determinar con
exactitud el lugar donde se fundó el primer templo. Se presentan tres
versiones fundamentales: la primera, la versión "popular", sitúa la colo–
cación de la primera piedra del templo algunas cuadras al noreste de la
Catedral, allí donde, en época de la colonia, se hallaba un pozo con un
águila posada sobre un nopal. Una segunda versión ubica la plaza en
el sitio donde se encuentra
el
monumento al ex presidente Díaz Ordaz,
y la tercera, atribuida al antropólogo-historiador Alfonso Caso, sitúa
el primer templo en el lugar donde hoy se encuentran la Catedral y
las ruinas del Templo Mayor.
México-
Tenochtitlan
Cuando se realiza una descripción histórica de la ciudad México–
Tenochtitlan se tropieza una y otra vez con el problema de las fuen–
tes, ya que los españoles destruyeron la mayor parte de los textos,
mapas y monumentos.
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Las primeras fuentes que describen la so–
ciedad y la ciudad prehispánicas provienen todas de una época pos–
terior a la conquista. En ese sentido, lo que las fuentes nos revelan
sobre un periodo anterior a 1520, constituye una mirada retrospec–
tiva a una civilización ya destruida. Tales descripciones oscilan de ma–
nera peligrosa entre
el
mito, determinadas imágenes históricas y co–
nocimientos científicos. Incluso, las pocas excepciones de tratados
escritos por autores aztecas fueron redactados después de la conquis–
ta y la destrucción de la capital azteca. Todas las descripciones e inter–
pretaciones disponibles están matizadas por la percepción y la pers-
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Una de las fuentes conocidas más antiguas es el
Códice Borbonicus,
del cual no
se
sabe con absoluta certeza si fue dibujado poco antes o inmediatamente después
de la conquista española. Existen indicios de que fue terminado por un dibujante
de Tenochtitlan. El primer documento indígena,
Anales
de
Tla/eloleo,
data de 1528,
siete años después de la conquista
(Cf
Clendinnen, 1991 :277
ft).
ExiSle también una
serie de documentos escritos por los conquistadores españoles. Además de las cartas
de Cortés, están las descripciones del soldado Bemal Díaz, que escribió sus
memo–
rias de la conquista a una edad muy avanzada. Una
de
las fuentes más importantes
es la colección de memorias de la sociedad aristocrática prehispánica, copiada por
el
franciscano Bernardino de Sahagún en lengua náhuatl entre 1547 Y1568, la que
posteriornlente fue denominada
Códice Florentino.
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1...,30,31,32,33,34,35,36,37,38,39 41,42,43,44,45,46,47,48,49,50,...306