merciantes, mientras el pueblo vivia en casas de adobe situadas en la
periferia (MeiBner, 1996:29; Hardoy, 1994:7). Moctezuma 1 hizo
ampliar el Templo Mayor (1460) Ylo hizo rodear de una alta muralla
ornamentada con cabezas de serpientes. Para la construcción de los
diques, palacios y templos, se recaudaron tributos en forma de mate–
riales y mano de obra en las regiones vecinas (Davies, 1974:153). El
gobernante Axayácatl (1468-1481), además de la reconstrucción del
Templo Mayor, hizo restaurar los palacios reales y construir distintos
monumentos, entre ellos la piedra del Calendario Azteca (Hardoy,
1994:8). Entre los innumerables proyectos de Moctezuma II (1502·
1521) estaba la construcción de un nuevo palacio privado, las llama–
das "casas nuevas de Moctezuma", situadas en el extremo oriental de
la plaza, delante del Templo Mayor y sobre el antiguo tianguis. El
mercado, ubicado en el sector aliado de Tlatelolco, fue adquiriendo
cada vez mayores funciones económicas
y
haciendo superflua la cons–
trucción de un segundo gran mercado. De ese modo surgió en la ciu–
dad de Tenochtitlan un centro religioso, civil y administrativo clara·
mente definido (Hardoy, 1994:12; Lombardo, 1973:131). Cuando
llegaron los conquistadores españoles, la ciudad estaba densamente
edificada y su número de habitantes alcanzaba una cifra entre los 150
mil y los 200 mil habitantes, ya entonces una de las ciudades más gran–
des del mundo (MeiBner, 1996:30). La ciudad entera estaba conecta·
da con tierra firme a través de cuatro calzadas de acceso y de diques.
Estos ejes principales de la ciudad se cruzaban en el centro del Templo
y dividían al mismo tiempo la urbe en cuatro parcialidades
(ibid., 28).
La ciudad la atravesaban varios canales, tan importantes para el des·
plazamiento como para el transporte de mercancías.
Acerca de la estructura y trazado de la ciudad azteca, existen hoy
varios enfoques de interpretación. Además de las ya mencionadas
pictografías y los relatos de los españoles, hay sobre todo mapas y
planos que constituyen un material fundamental a partir del cual es
posible hoy reconstruir al menos el centro de la ciudad (Toussaint,
et
al.,
1990).15 Algunos arquitectos son de la opinión de que la urba-
15
Lombardo plantea que la importancia de los planos radica en la combinación
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