su arquitectura estaban representados episodios mitológicos y la con–
cepción cosmológica de los aztecas
(ibid .,
148).
La
Piedra del Sol, tam–
bién denominada piedra del Calendario Azteca, es la traducción sim–
bólica del saber astronómico y cultural de los aztecas . Constituye, por
tanto, una base del ordenamiento espacial urbano y puede
interpretarse en sentido figurado como un mapa de la ciudad.
A diferencia de los modelos ideales del urbanismo occidental, guia–
dos por la idea de la estricta simetría, los aztecas consideraban la ciu–
dad de acuerdo con el cosmos, como una estructura en constante
movimiento y transformación (Ortega Chávez, 1993: 19). Hoy pue–
den reconocerse las transformaciones en la imagen de la ciudad, en
especial en las diferentes capas del Templo Mayor. Las modificacio–
nes constructivas de la ciudad estuvieron condicionadas, por una par–
te, por el crecimiento demográfico, las inundaciones y el subsuelo ce–
nagoso, que trajo como consecuencia el hundimiento de las grandes
edificaciones; por otra, la visión cósmica del mundo de los aztecas
constituyó la base para la recomposición de la ciudad en su conjunto,
a través de reiteradas transformaciones y ampliaciones de sus edifi–
cios
(idem).
El centro de la ciudad azteca, tal como se formó desde el periodo
de gobierno de Moctezuma Il, estuvo determinado en primer lugar
por el gran recinto ceremonial, el Templo Mayor. A este territorio
amurallado se integraban más de ochenta edificaciones individuales,
utilizadas para distintas funciones de la vida cultural, militar y reli–
giosa de los aztecas (Lombardo, 1973: 141
ff).
Hacia el sudeste de los
muros del Templo se encontraba el nuevo palacio de Moctezuma Il,
que entre otras cosas servia como tribunal y cárcel para los prisione–
ros de guerra, y albergaba, además, una gran casa para huéspedes,
un zoológico y la casa-vivienda del gobernante. Hacia el oeste del Tem–
plo Mayor estaba el palacio de Axayácatl, en el cual se enseñaba danza
y canto
(ibid.,
156). Entre estos palacios se hallaba una gran explanada
delimitada al sur por un canal. Su ubicación coincide en cierta medida
con el actual Zócalo (Toussaint
et al., 1990:69).
Aunque las afirmaciones de los españoles sobre México–
Tenochtitlan resultan a menudo contradictorias y están signadas por
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